martes, 28 de abril de 2020

RIMA&RITMO

RIMA & RITMO

Se entiende por rima poética la concordancia o similitud de letras y sonidos que se da al final de ciertos versos; con esto se busca la pertinencia auditiva que concede armonías insospe-chadas al lenguaje. En realidad, es una figura retórica que estructura el cuerpo poético con palabras semejantes en su terminación, se refiere a la similitud de sonidos a partir de la vocal tónica. Debemos de argumentar que, según afirman los expertos en el tema, la rima no se debe considerar como un recurso puramente musical 


l. La rima se dirige al pensamiento y al sentimiento de manera similar. En lo pensante son importantes los significados y en lo sentimental el atractivo acústico que logra y que atrae al lector que la descubre, o al oyente que percibe lo sugerente de la reiteración. La rima generalmente se ubica al final de los versos y se conoce con el nombre de rima externa, pero en ocasiones se trata de ubicarla en la parte media del verso y entonces se le da el nombre de rima interna.  Toma el nombre de consonante o perfecta si son iguales las letras finales de las palabras escogidas a partir de la sílaba tónica, y lleva la denominación de asonante o imperfecta si sólo coinciden las vocales, después de la vocal acentuada. 

Por ejemplo, las palabras piedra y hiedra tienen una rima con-sonante, pues después del acento todas las letras son iguales; mientras que las palabras pór-tala y nómada, poseen una rima asonante o imperfecta, pues después de la vocal acentuada ambas palabras coinciden sólo en las vocales. Evidentemente es más notoria y persistente la primera, y más suave e indirecta la segunda, según sean los intereses compositivos del poeta. La rima concede al discurso una estructura que lo organiza, además de la adecuación estética que le confiere. 

Tanto la métrica como la rima se relacionan íntimamente con el ritmo, ya que éste implica la musicalidad, la cadencia, la armonía que se da en todo verso, en toda estrofa y, por supuesto, en todo poema, ambos recursos literarios dan vida y cuerpo al elemento más importante de la poesía: el ritmo. Éste surge de la atinada combinación de pausas, acentos, repeticiones que, de alguna manera, señalan la métrica y la rima. En el ámbito vital, hay ritmos naturales como ocurre con el movimiento del mar o formas rítmicas creadas por el intelecto del ser humano, aspectos que se pueden ejemplificar con la música y la poesía. El ritmo es impulso, es secuencia, es armonía, apoya el significado y da sentido a la estructura. Ahora bien, el ritmo es un elemento indispensable para la poesía, aunque puede haber poesía sin métrica y sin rima pero, desde luego, no sin ritmo porque éste es esencial para la creación. Cuando se logra el ritmo sin la presencia de la métrica y de la rima se habla de una nueva apreciación: el verso libre. 

Es decir, para lograr esta modalidad que nació con la idea de una mayor libertad expresiva, el poeta se atiene a su pura invención y a la intuición de su sentido auditivo. 


Ejemplo: ( Biblioteca Pearson) 




Ejemplos:
( Imagen Weheartit.com) ( Video YouTube)

METRO

METRO

Este término se refiere a la medida que presentan los versos en la conformación de un poema, puede haber productos muy breves, de una sola cuarteta, o poemas de una ex-tensión considerable como ocurre con las églogas de Garcilaso de la Vega. En realidad, la métrica comprende el estudio de las formas y de los sistemas contables que establecen la arquitectura del verso; esta consideración lingüística se refiere a la distribución regulada de recursos armónicos que sirven de ornato a la composición poética. De esta manera, el poeta crea cadencias y proporciones que ofrecen como consecuencia una expresión equilibrada y musical.

La tendencia de elaborar medidas fijas con el lenguaje es muy antigua y surge de la afición natural que tiene el ser humano de acrecentar la acústica natural que establecen las generalidades idiomáticas; se trata de construir estructuras armónicas que den calidad y belleza a la expresión con la idea de diferenciar la voz poética del lenguaje coloquial. En función de este propósito, sur-gen la métrica y la rima, que veremos en las siguientes páginas, que ayudan al ritmo requerido para la versificación y esta prácti-ca reiterativa coopera con la memorización. Las tradiciones, histórica y literaria, hablan de antiguos jugla-res que cantaban sugestivas composiciones acerca de sus alegrías y sus pesares, de sus recuerdos y ambiciones, con expresiones rítmicas y acompasadas. Para llevar a cabo esta actividad, se acom-pañaban de algún instrumento musical, con el cual subrayaban la armonía de sus estructuras compositivas. Como se puede ob-servar, tiempo atrás, se da una propensión artística que busca maneras de embellecer la palabra por medio de medidas precisas. Ahora bien, con la finalidad de conseguir la regularidad en el número de sílabas en los versos, los poetas cuentan con las llamadas licencias poéticas, que son básicamente cuatro: la sinalefa, el hiato, la diéresis y la sinéresis. La sinalefa es la agrupación en una sílaba métrica de dos vocales que pertenecen a dos palabras diferentes; es decir, cuando una palabra termina en vocal, y la siguiente comienza también en vocal (o en “y” con sonido vocálico o en “h”) ambas sílabas se unen en una sola. Tomemos como ejemplo este verso de Campoamor: “ve/o/ tu a/mor/ tan/ cla/ro/ co/ mo el/ dí/a”. En él hay dos sinalefas: “tua” y “moel”. El hiato es lo contrario. Cuando un poeta requiere de una sílaba más para ajustar el verso, no considera la sinalefa. Quien entone el poema, deberá pronunciar como dos sílabas los sonidos que en la sinalefa se emiten en un único golpe de voz. Como ejemplo podemos tomar un verso de fray Luis de León: “a/llí/ te/ lo/gra/rás/, y a/ ca/da/ u/no”, el cual aparentemente tiene dos sinalefas: “ya” y “dau”; sin embargo, en realidad sólo tiene una, la primera, pues en esta oda el poeta está utilizando versos endecasílabos, y le faltaría una sílaba. Además, hay otra razón: la sinalefa se rompe en “dau” porque la “u” recibe el acento rítmico. La diéresis consiste en el rompimiento de un diptongo con la finalidad de conseguir una sílaba que hace falta para ajustar el verso. Se indica con el signo ortográfico del mismo nombre. Volvemos a citar a fray Luis de León, pero ahora con un verso de su famosa “Oda a la vida retirada”: “la/ del /que hu/ye/ del/ mun/da/nal/ ru/ï/do”. “Ruïdo” normalmente tiene dos sílabas, pero con la diéresis el poeta indica que se han de pronunciar tres: ru-i-do. En cuanto a la sinéresis, hay que señalar que es una licencia poco utilizada, y es exacta-mente lo opuesto a la diéresis: se unen en una sílaba dos vocales fuertes, que normalmente pertenecen a sílabas distintas. No debemos confundirla con la sinalefa, pues las vocales que une la sinéresis se encuentran dentro de la misma palabra. Como ejemplo tenemos este verso de José Iglesias de la Casa: “alma real en cuerpo hermoso”. “Real” tiene dos sílabas, sin embar-go, en este caso se unen en una sola para conseguir el verso octosílabo propio del romance. Por otro lado, para las cuestiones métricas, es necesario considerar la palabra final de cada verso, pues si se trata de una palabra aguda se le suma una sílaba; pero si es una esdrú-jula, se le resta. Veamos este verso del poeta español Jorge Montemayor: “Vi/mu/da/do”

(Imagen SlideShare) 
Ejemplo:
( Biblioteca Pearson) 

INTENCIÓN LITERARIA

INTENCIÓN LITERARIA 

¿Quien escribe?
Se podría decir que es el escritor el encargado de escribir en las diversas posibilidades que puede plantear la literatura. Ahora bien, esa aseveración es tan elemental como inexacta. En todos los casos, el escritor escribe, pero como ocurre con la mayoría de los artistas, su creatividad particular puede ofrecer distintas inclinaciones. El hecho de que un individuo sea pianista no quiere decir que a la vez no pueda ser violinista o director de orquesta, en-tre sus múltiples capacidades. Lo mismo ocurre con los seres humanos que se dedican a la literatura: se puede ser novelista, cuentista, ensayista, poeta o dramaturgo, y todos a la vez en las diversas oportunidades que le ofrezca su campo de acción y su trayectoria artística. Cuando se escribe una novela o un cuento, el escritor modifica su ubicación intelectual y se transforma en narrador; cuando escribe para el teatro toma otra dimensión y se con-vierte en dramaturgo. En el caso de la poesía, el escritor se convierte en un ser espiritual, en un poeta que es el gran creador de la subjetividad; un ser que pretende transmitir lo intransferible, y da de sí lo más personal de su yo interno. Él toma la tarea más difícil porque la poesía no es cerebral y calculada como sucede con la dramática. La poesía se remonta a lo más íntimo del hombre para proyectarse y dejar su testimonio en el texto. Sin embargo, en la mayoría de los casos no goza de plena libertad, sino que tiene que sujetarse a reglas y restricciones que llevan por nombre métrica y rima, aspectos que se explicarán posteriormente. 

¿Por que escribe?
 El poeta escribe porque así decidió hacerlo, porque esta actividad está dentro de su horizon-te espiritual, porque necesita integrarse a su entorno y ésa es su manera de aproximación; escribe porque es una forma de percepción, es el modo de conocer el mundo al que per-tenece; escribe porque es una forma de comunicación que lo conecta con otros seres que lo pueden entender. La poesía es un órgano social que potencialmente lo acompaña; los instrumentos de escritura, ya sea papel, lápiz, celular o computadora son formas de con-solación, se convierten en aliados y en depositarios del mensaje poético que está en turno. El poeta requiere ofrecer su palabra a los demás, mostrar lo que es su voz, proclamar su confidencia particular y que ésta llegue como un eco.


¿Para que escribe?
Todo aquel que quiera acercarse a los medios editoriales tiene la poesía a su disposición. ¿Qué haría un ser humano sin la palabra de un Dante, de un Petrarca, de un Shakespeare, de un Byron que supieron aventurarse en la literatura para conciliar el mundo? Por medio del perfil poético, el lector puede comunicarse con el poeta, el cual está dotado de sensibilidad, percepción y altruismo por lo que conoce las afecciones de los seres humanos y quiere acercarse a ellos por medio de la belleza literaria. El poeta sabe del amor, conoce el desaliento, distingue la verdad de la vida y entiende y entiende las profundidades anímicas.

Ejemplo: 

(Biblioteca Pearson)


(Separadores Canva):

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CALIGRAMA


CALIGRAMA


Se trata de una composición lírica especial en cuanto a su es-tructura y pretensión porque ofrece un doble juego para que la lectura no permanezca simplemente en la dimensión con-vencional, sino que vaya más allá al observar una estilización visual. Es un tipo de texto, en el cual las grafías rechazan el orden común de la escritura; el creador no se conforma con esto, quiere que se manifiesten en el impreso ofreciendo un trazo o un dibujo, de acuerdo con el tema mismo del poema. Es una experimentación estética que trata de conjugar el arte literario con el arte plástico para lograr un doble efecto: el poema literario y el llamado poema visual. Los caligramas alcanzaron una gran aceptación entre los movimientos de vanguardia que surgieron a principios del siglo xx, así experimentaron con esta novedad el dadaísmo y el cubismo en Europa; el creacionismo, el ultraísmo y el estridentismo en América. Uno de los más reconocidos au-tores de caligramas fue el famoso poeta Guillaume Apollinai-re, perteneciente a la literatura francesa, aunque su origen era italiano. Dicho autor alcanzó gran popularidad en el ambiente cultural de su momento histórico con la elaboración de los llamados caligramas. 



Video ejemplos:

Ejemplos:
(Imagen WorldPress.com) ( Pinterest) 








EPIGRAMA

EPIGRAMA


Es una forma poética de orden lírico, que se enfoca principalmente en asuntos surgidos del diario acontecer. Una de sus características es la concreción temática, es decir, la concen-tración total en el motivo poético sin que se aborde ninguna otra idea. Sus orígenes se remontan a la Grecia clásica una vez más, y son de tal profusión que partiendo de su variación temática se podría hacer un estudio sociológico de la vida cotidiana en la época helenística que establecen. De esta manera, se muestran alusiones a navegantes, mujeres del pueblo, mercaderes, enamora-mientos, melancolía, sexualidad, costumbres, ramos floridos, pai-sajes, etc. Su tono es festivo o satírico y, en momentos, aprovechan la alusión para hacer un análisis crítico sobre la sociedad de la que provienen. Debemos decir que su principal característica es su brevedad, y que son pensamientos escritos con gran agudeza; además, todo epigrama era usado como una forma de inscripción, así había epigramas en el dintel de los mausoleos, en la base de una escultura, en un cuaderno de esbozos pictóricos, en el quicio de una edificación, en con-memoración de un acontecimiento, en homenaje a una persona, en detrimento de otra, etc. Cuando éstos se colocaban en monumentos fúnebres modificaron su denominación y se les llamó epitafios. 

Ejemplos:









( Imágenes Pinterest), ( Lope de Vega Clásico )

viernes, 24 de abril de 2020

CANCIÓN&SONETO

(Imagen Pearson)


CANCIÓN

Este término se gestó para nombrar poemas líricos que tenían la característica de ser cantados y acompañados con música. Esta determinante no es del todo exacta, por-que muchas canciones en realidad eran odas o romances u otro tipo de composiciones a las que se les daba este nombre; así, llegó un momento que a cualquier poesía de tipo lírico con tema amoroso se le dio tal denominación. Posiblemente, el primer escritor que las popularizó fue Petrarca con su libro titulado Canzoniere; pero debemos señalar que las canciones como tales son más antiguas que la literatura medieval, y tuvieron su origen en tiempos de las épocas griega y romana. 


Francesco Petrarca fue un poeta y humanista italiano del siglo xiv. Su aportación cultural es invaluable, tanto por haber fundido la cultura clásica grecolatina con el cristianismo, como por haber dado prestigio a su lengua materna, el toscano (que luego se convertiría en el italiano). En el ámbito de las letras, su poesía lírica marcó toda una época, al grado de hablarse de “petrarquismo”. Su obra más famosa es el Cancionero, compuesto por 366 poemas; de ellos la mayoría son sonetos (más de 300) y sólo 29 son canciones. 

Ejemplos:

http://www.libropatas.com/listas/canciones-basadas-libros/


SONETO 

 Tenemos una de las formas poéticas más conocida y popular en el habla es-pañola, que ha pasado de autor en autor y sigue presente en la actualidad. En nuestro momento histórico, los sonetos se siguen cultivando por parte de poetas jóvenes que lo hacen como una forma de ejercicio escritural y creati-vo. Esta composición tiene su origen en la antigua Italia y se cree que fueron Dante y Petrarca los que llevaron esta tendencia compositiva a su esplendor. Ante la fortuna poética de sus textos, se les unió una serie de seguidores que sintieron al soneto como una poesía subjetiva, de gran lirismo, que reflejaba adecuadamente la idealización amorosa o el “amor cortés”; esta composición tenía la amplitud perfecta para expresarse, y sintieron que era tan suya como nacional, ya que responde a la unidad silábica de la lengua italiana. En su es-tructura, el soneto clásico se compone de dos cuartetos y dos tercetos escritos con versos endecasílabos. Es interesante señalar que el último terceto es una forma de remate filosófico sobre el tema recurrente en el poema; de esta ma-nera se puede decir que el soneto presenta en el primer cuarteto un carácter introductorio, en los siguientes versos, cuarteto y terceto respectivamente, de-sarrolla el núcleo temático, y en el terceto antes referido una idea conclusiva. Posteriormente, en la época renacentista, muchos artistas españoles, sobre todo pintores y escritores, viajaron hasta Italia para conocer e impregnarse de la atmósfera artística que se estaba gestando en este lugar, con el propósito de inspirarse en las nuevas manifestaciones artísticas que se estaban llevando a cabo. Los poetas hispanos se surtieron de esta fuente de lirismo y la llevaron hasta su país, donde fueron reconocidos como portadores y crearon magnífi-cos productos bajo la nueva consigna de la llamada poesía italianizante.



Ejemplos:
( imagen Pinterest, video YouTube)